Poesia para el mundo

…………. Intentó dormir de nuevo, regresar al sueño, pero se le hizo imposible después de lo que ella dijo, se sentía pésimo moralmente por no haber ido, ella tenia razón; cerraba los ojos, trataba de dejarse ir y nada, no conseguía volver con Morfeo, quería visitarla pero con desearlo no basta, sabía lo que tenia que hacer para enmendar el error pero iba a ser muy difícil lograrlo. No pudo dormir más, el día ya clareaba y el frío era insoportable, se levantó después de reflexionar un poco la situación, dio mil vueltas por la casa, no hallaba como enfrentarlo, desayuno, luego se baño, no decía nada, no se atrevía, sabía lo que sucedería, esperaba el momento preciso para decírselo, para ir, para intentar, era un día para descartar, deseaba volver a dormir y despertar jueves. Al final del día tomó valor y fue, lo hizo, nunca más se volvieron a ver.

Recuerdo que iba caminando para el barrio de santa catalina, cerca de la pulpería de Kin, me adentré, en la segunda cuadra que va en bajada empecé a alistar las cosas, veía la acera, las casas de bien social ahora todas con rejas, di vuelta y seguí hasta el final, en esa esquina, en el fondo, donde se encontraba el club, no era socio pero el buen observador tiene pericia y había notado que de lunes a viernes el oficial de la entrada casi no permanecía en la misma, por lo que aprovechaba para entrar y anotarme en el registro de visitas con una identificación que había memorizado de un socio muy distinguido. Una vez adentro me iba directo al salón de regresiones, lo disfrutaba tanto!, ingresaba, me sentaba cómodamente en el sofá, me ponían los audífonos, los electrodos, el lugar a media luz, me relajaba y me dejaba ir poco a poco hasta llegar donde quería ese día, la vez anterior escogí aquella fiesta donde Rata, estaban casi todos, Gaby, la Macha, Kuqui, Luis, Alfred, Flaco, Aline, Timb...

Fue en el parque de las piedras, estaba Flaco, Timba, Gaby y Ricardo, era una tarde tranquila, un poco nublada pero calida, hablaban de cosas sin importancia, de ocio, banales, superfluas, después de un rato de estar sentados en una de las piedras debajo del higuerón decidimos marcharnos, íbamos casi por la casa de Rata, en la esquina que da a un costado con la malla del parque cuando sucedió, de pronto, de la nada comenzaron a emerger en el aire y por todas partes dentro del parque unas bolas como de veinte centímetros de circunferencia, de color fucsia, empezaron a rotar entre si de forma centrífuga y a ejercer una increíble fuerza de atracción al unirse en una sola masa que arrastraba todo hacia si, como un gran hoyo negro, tuve que agarrarme lo más fuerte posible de unas rejas, a Ricardo lo arrastro y quedo pegado de la malla del parque, Timba se sostuvo de un árbol, Flaco de una reja al igual que yo y Gaby se me guindó de la espalda tan fuerte que me arrancó la camisa y casi el pa...

Él subió al bus, lo primero que hizo fue echar un vistazo general y luego examinar bien quien iba sentado en cada asiento, se habían puesto de acuerdo por celular: el bus rojo de las diez y treinta de la mañana, el del chofer buena gente. Ella era rubia, de perfil fino, facciones gráciles, ojos esmeralda y un cuerpo perfecto para pecar, él la ubico, los asientos eran un poco estrechos, la saludó como siempre “un beso en la boca” pero sus ojos avisaban un mal presagio. El viaje hasta la ciudad tardaba alrededor de treinta minutos pero a él le tomó mucho menos decirle lo inesperado, como un atentado, a ella le impresionó la celeridad, sin duda un nuevo record mundial. Él tocó el timbre, sollozos, silencio, lágrimas, pulso alterado, silencio, otro sollozo y de nuevo silencio, lágrimas, él callado, ella….. , era demasiado incómodo permanecer así, el rostro de alabastro de ella lo decía todo, deseaba que se largara pero que se quedara, no lo quería ver, que se bajara pero que no se fuera; é...

Al escuchar el ruido del motor de la moto tipo Harley desvío la mirada abruptamente, en la esquina donde estaban platicando dio la vuelta, atenta a su paso interrumpió la conversación, sus ojos se iluminaron como esperando que fuera él, talvez su novio, su pretendiente, su galán, su gran amor, o su amor platónico; lo que si fue bastante obvio es que era alguien importante para ella, pues al mínimo primer sonido que se escucho a lo lejos donde se acercaba la moto de repente ladeo su rostro buscando a ver si era él el que iba montado. Al ver que no era él con su corazón alterado por la posibilidad, palpitando intensamente en sus manos, volvió de nuevo la mirada a los ojos de Lucas intentando proseguir la conversación de la cual ya no recordaba acerca de qué o quién hablaban; pero todo cambió en ese momento, Lucas comprendió que no tenía posibilidad de tener su amor, ni un poco de su querer, todo se vino abajo, cayó, la ilusión se disipo con el ruido de la moto, ella tenía otro amor en su...